Descripción
Con absoluta razón, don Camilo Domínguez, en el prólogo que escribiera en septiembre de 1967, para la obra que ahora nos ocupa, volvió a repetir que la provincia de San Luis no era ampliamente conocida a través de su historia, lo cual no permitía un juicio justo sobre su aspecto social, económico, cultural y político. Y esta era la causa que mantenía sumido en inicuo silencio y en antojadiza penumbra, el accionar sobresaliente de numerosos hombres y mujeres nacidos en territorio sanluiseño. La quejosa expresión de Domínguez se hacía extensiva al hecho de tener que recurrir durante años, a la existencia de sólo dos obras de historia para consulta: la de Antonio Zinny, “Historia de los Gobernadores” y la del profesor Juan W. Gez: “Historia de la Provincia San Luis”. Por eso sostenía que era justo reconocer que las dos obras merecían el agradecimiento a sus autores, ya que fueron los primeros en visualizar el camino que debía seguirse.